El piloto presidencial autor de la polémica maniobra de bienvenida del nuevo Tango 01 sobre la pista del Aeroparque Jorge Newbery, Luis Barone, presentó en las últimas horas su renuncia.
La Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) abrió un expediente contra Barone y contra Juan Pablo Pinto, el otro piloto de la aeronave, por el polémico hecho ocurrido el pasado 25 de mayo.
Barone quedó en el ojo de la tormenta por ser quien estaba a cargo del Boeing 757 que se sumó a la flota presidencial y realizar una peligrosa maniobra con la aeronave.
Minutos antes del aterrizaje efectivo, bajó a pocos metros de la pista y llegó a volar a 45 metros de tierra. De pronto, Barone, el piloto, puso de costado el avión celeste y blanco, viró hacia el Río de la Plata y retomó vuelo.
Finalmente, aterrizó en aeroparque a las 17.14, en medio de una intensa lluvia. Llegaba proveniente de Miami, donde fue preparada y pintada antes de entrar en servicio.
La palabra de Barone
Tras la viralización del video, el aviador respondió a las críticas afirmando que fue una "maniobra controlada y sin peligro", aunque admitió que "políticamente no era el momento adecuado".
Explicó que traer un avión a la flota nacional implica una maniobra controlada y segura, que no presenta ningún peligro. Él argumentó que esto es común cuando se incorpora una aeronave a una flota o cuando se retira un comandante.
Sin embargo, varios expertos en aviación cuestionaron el momento y las condiciones del aterrizaje en el país del nuevo avión presidencial ARG 01.
Barone afirmó que todo se hizo con autorización y que no realiza ninguna acción sin ella. Según él, el sobrevuelo fue completamente legal y está respaldado por videos y documentación. En sus palabras al diario La Nación, dijo: "Estábamos solos, vacíos, sobre una pista. No hicimos nada en otro lugar. La reacción negativa y la desinformación fueron en términos de comunicación".